martes, 26 de marzo de 2013

DEMOCRACIA O GRUPOCRACIA?


Viva la democracia!!, somos un pueblo que gobierna y decide su destino. Por fin el colectivo tiene el mando y decisiones!!!; somos mayoría y la meta positiva debe ser hacia la mayoría y jamás hacia las minorías; Así, podremos construir el tan deseado Estado de Bienestar para todos, si no, la democracia no sirve para nada.

Antes que nada, debo definir que es el Estado de Bienestar, tratare de resumirlo: trabajar lo razonable sin auto destruirnos física y psicológicamente, ser seres humanos verdaderos: trabajemos para vivir y no vivamos para trabajar; producir creativamente para el bien de todos y de la naturaleza, darle al Estado parte de nuestras ganancias (impuestos), el Estado, si es responsable, debe recibir esos impuestos e invertirlos para producir el Bienestar Social: el individuo social debe estar cubierto en cuanto a salud, educación, seguridad, servicios públicos: electricidad, gas, agua, comunicaciones pero al mismo tiempo respaldado por el Estado en lo referente a los abusos que puedan cometer los prestadores de servicios.

Por lo que se, la democracia la inventaron los griegos Atenienses (500 A.C.) y se destaco Pericles en estos asuntos; tenían una sociedad conformada por ciudadanos (30 %), metecos (20 %) y esclavos (50 %). En cuanto a derechos plenos solo los tenían los ciudadanos; los metecos tenían algunos derechos y eran libres (no nacían en las polis y eran extranjeros) y los esclavos estaban fritos en cuanto a derechos y libertad, aunque podían vivir con su familia (eran la lacra de aquella sociedad democrática). Los romanos copiaron y aprendieron mucho de aquella organización político-social Ateniense y a la larga degeneraron, se depravaron y sucumbieron. Quizás por ello, John Adams dijo: “Recuerden, la democracia nunca dura mucho; pronto se gasta, se agota y se asesina a sí misma. Nunca ha habido una democracia que no cometiera suicidio”. Por eso, es nuestro deber vigilarla y cuidarla de los depredadores.


Etimológicamente, democracia significa gobierno del pueblo lo cual implica claramente que los esclavos y metecos (en aquella Grecia Ateniense) que no decidían en el gobierno (y cuantitativamente eran muchos, 70%), no eran propiamente pueblo; el pueblo solo estaba conformado por los ciudadanos que habían nacido en las polis. Esa era la Grecia de Atenas (500 A.C.).

Hoy en día, en los países democráticos “no hay esclavitud y hay libertad para todo lo que este dentro de la ley”, pero la realidad es que la esclavitud moderna se traduce para muchas personas en trabajar en exceso para vivir al ras; o sea trabaja mucho y sobrevive; dicho de otra forma, inmensidad de individuos viven para trabajar y no trabajan para vivir. Para los poderosos grupos económicos de hoy, tener esclavos como en aquellas épocas serias una estupidez garrafal, económicamente hablando.

Para mi modo de ver las cosas, la democracia de los griegos era el gobierno de un grupo que obtenía beneficios para sí mismo y, por tanto, la definición más apropiada sería la de grupogracia; me atengo simplemente a la importancia de la distribución estadística poblacional. Posiblemente otra palabra que pudiera definir el sistema de los griegos de aquella época sea la de “burocracia”, que implicaría el gobierno de un grupo de personas que ejecutan diferentes trabajos para llevar a cabo el funcionamiento de una organización (de cualquier tipo), sin embargo, esta definición no me convence tampoco para lo que estoy planteando.

El dominio de pequeños grupos (grupocracia) que ostentan, representan y defienden grandes capitales no solo es aplicable al utópico concepto de democracia, sino que es aplicable a cualquier sistema de cualquier tendencia: autoritarios, represivos, de derecha, de izquierda y de lo que sea. El punto esencial, repetido desde tiempos inmemoriales es que un grupo pequeño domina a un grupo grande y además, la repartición del dinero es inversamente proporcional al tamaño del grupo: los grupos pequeños son los propietarios mayoritarios de la gran masa de todo el capital de dinero de la sociedad o de un país; la mayor parte de la población es propietaria de un porcentaje muy bajo de esas riquezas; no hemos podido romper estas propensiones histórico-sociales y para olvidar un poco esta realidad, buscamos entretenimiento, diversión y consumismo.

Es totalmente lógico y natural que esto sea así dada la naturaleza egoica de nosotros los humanos. El ego implica apuntar y acercar todo hacia uno.

Solo una mutación de la mente colectiva hará cambiar todo de manera radical y definitiva; ¿cuán lejos estamos de ello?, no lo sé (pero me huele que estamos  un poco lejos).

Los sistemas de gobierno (de cualquier época de la historia), social y económicamente, han sido concebidos e impuestos por grupos muy pequeños, sin importar la tendencia que sea. Comentando sobre tiempos recientes: ¿quiénes diseñaron eso llamado la Comunidad Económica Europea?; ¿fue la gran mayoría? o fueron 4 gatos multimillonarios y empresarios (banqueros y grandes empresas).

 Cualquier sistema puede ser rentable para los grupos minoritarios poderosos; bien sea de ultraderecha capitalista o de ultraizquierda revolucionaria socialista o cualquier otro sistema que exista. Los sistemas jamás en la historia han sido concebidos e impuestos por las mayorías sociales, al contrario de lo que muchos creen. Las diferencias entre la llamada izquierda y la derecha es un potente y teatral mito; son iguales porque el ego y la ambición son la esencia humana y por tanto, común a todos los seres humanos. El colectivo o la gran mayoría social, simplemente aprueba o desaprueba la gestión de esta minoría gobernante, mediante el voto, si es que existe; solo hasta ahí.

Por cierto, cuando el pueblo elige y vota por alguien, ese alguien ya fue escogido por el poder político (partidos políticos); (“Elector, es el que goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros”, Ambrose Bierce, Diccionario del diablo).
Falacias de la democracia; uno vota por quien ellos desean que gobierne; ¿seremos tan ovejas o asnos?, (“Los pastores serán brutales mientras las ovejas sean estúpidas” Godin).

Lo importante es hacerle creer a la mayoría que el sistema existente, funciona y es el mejor y, que además, el colectivo es el gran soberano; pero las cosas no son así porque el colectivo es simplemente una masa amorfa que se moldea a la voluntad de grupos minoritarios. Algún día las cosas explotan y cambia la situación.

Todo esto suena muy crudo y cruel pero lamentablemente es la realidad existente: “es la verdad verdadera”, ("La vida es la realidad radical", José Ortega y Gasset).

Lo que representa el símbolo e imagen llamado democracia en la mente del colectivo del mundo moderno es realmente desconcertante e impresionante. Es como el poder del imán con el hierro o el platonismo de algunos enamorados. Es un gancho mágico en el simbolismo mental. Actualmente, en algunos países del mundo se sustituye la palabra-símbolo de democracia por otros símbolos que tienen igual o mayor eficiencia en la auto estima colectiva (países llamados tercermundistas, en vías de desarrollo o como se prefiera decir).

Todos creemos con toda la convicción que vivimos en un país democrático en el cual nuestras ideas y deseos se cristalizan en hechos reales y que somos, como mayoría, los que gobernamos y somos respetados. Nos creemos lo máximo de la autodeterminación social porque la democracia es el antónimo de tiranía. Nada más lejos de la realidad.

La utópica o mal llamada democracia actual, realmente, nos permite derechos para ejercer muchas acciones: ir de un lugar a otro, estudiar lo que nos guste, ejercer cualquier profesión, votar en las elecciones, ser político, pertenecer a cualquier poder público, bien sea del ejecutivo, del judicial o del legislativo, ganar dinero y utilizarlo en lo que nos venga en gana (hasta aquí ya comienzan las limitaciones que no son iguales para todos, por ejemplo, los banqueros tienen derechos que no tenemos los demás). Todos estos supuestos derechos y muchos más es lo que nos mantiene como rebaños de ovejas sumisas al mando del amo-sistema; se me olvidaba algo que es común a todos y en todos los sistemas existentes: las distracciones, el entretenimiento y la tendencia consumista.

¿Cuál es la realidad de los países que viven en la llamada democracia?

Creo que es bastante simple: un pequeño grupo de asociados políticos y grupos económicos poderosos manejan soterradamente el destino de las mayorías. Debe quedar muy claro que la relación de los políticos y grupos poderosos es totalmente necesaria e indispensable para poder dominar de manera absoluta a las masas sociales.

¿Quién es el que gobierna realmente?, definitivamente no es el pueblo (demo) sino mas bien el pequeño grupo organizado con todas las armas tecnológicas (medios de comunicación masivos, sistemas de represión y control colectivo, dominio de la información vital…), , por tanto, hablemos más bien de grupocracia.

Un pueblo consciente es la suma de los deseos de muchos individuos que empujan el carruaje de los intereses comunes en una misma dirección, vigilando y evitando abusos pero esto solo ocurre en aquellos países de cierto nivel de reflexión mental y, esos deseos incluyen lo fundamental en la vida: vivienda sin acosos bancarios, salud pública (sanidad) para todos, alimentación asequible, justicia que no sea discrecional, igualdad para todo (que los poderosos no sean más favorecidos que los que menos tienen), castigos severos a la corrupción de los burócratas, eliminación efectiva de paraísos fiscales, eliminación de la inmunidad (e impunidad) de muchos cargos públicos, vigilancia severa de la industria que fabrica políticos (partidos políticos) para hacer dinero en conjunción con los poderosos, prohibición de fabricación de armas; la lista puede seguir indefinidamente pero me agota, de manera que mi amigo lector puede continuarla. Lamentablemente, los pueblos sin la conciencia de sus derechos naturales primordiales están destinados a la peor de las esclavitudes dirigidas por minorías saprofitas.

La realidad de la democracia es una falacia, una utopía y una ilusión que nuestra mente cree y vive como si fuese una verdad. Nos sentimos muy satisfechos cuando nos dicen que somos un país demócrata y nos sentimos inflados en nuestro ego. Somos un país demócrata y pertenezco a él!!, “hago lo que me venga en gana (hasta donde pueda, claro está)”. El mundo de la ilusión es fantásticamente y creíblemente real, pero no lo es.

Por ejemplo, en el caso de España: ¿es democracia que el gobierno español, de manera totalmente autoritaria, en contra de las ofertas electorales y en contra de la voluntad de las mayorías, haga recortes presupuestarios crueles  en lo que se refiere a sanidad, salud pública, inversión en la educación e investigación, recortes en las pensiones y copagos sanitarios pero, eso sí, da apoyo incondicional a los bancos para arrebatarles las viviendas a los deudores hipotecarios (desahucios crueles), aumentos inconsultos de las tarifas de servicios públicos con castigos fuertes monetarios para aquellos que sobrepasen los Kilowatios contratados (el usuario rescata y ayuda con su dinero a estas grandes empresas), aumentos descomunales en muchas tarifas judiciales, privatizaciones que van totalmente en contra del bienestar popular.

Todos los recortes y sacrificios que debe hacer la gran mayoría son para socorrer a los pequeños grupos que están en apuros financieros por culpa de sus “travesuras financieras”. Denuncias de muchos de los inspectores del banco de España criticando la mala supervisión a las cajas de ahorro, es una muestra del grave perjuicio que pueden causar pequeños grupos corruptos contra el bien colectivo.

El caso de la crisis de Chipre solo se puede explicar en base a un gobierno Gupocratico que se hizo la vista gorda y permitio desmanes financieros depravados en perjuicio de la sociedad, quien como siempre, pagará los platos rotos; el caso de Chipre demuestra una vez mas la complicidad entre los politicos enquistados en el Estado y los codiciosos buscadores de fortunas: la perfecta simbiosis politicos-banqueros.

El funcionamiento de la simbiosis entre los políticos y los grupos económicos poderosos es perfecta y por los momentos, inquebrantable. Se puede comparar al equivalente de las leyes en física que son inviolables.
Otra situación de extrema gravedad que está totalmente en contra de la voluntad del pueblo (mayoría) provocada por una minoría y que está ocurriendo actualmente, es la ingente evasión fiscal por parte de grandes empresarios, grandes empresas y banca; las acciones del gobierno para combatir esta situación, simplemente provoca risa mezclada con ira por lo ridículo de sus esfuerzos por acabar con ella; eso sí, al pueblo se le persigue con todo el peso de la ley para que pague sus deudas al fisco. Si no hay igual justicia para todos no se puede hablar de país democrático.  Esto está ocurriendo en todos los sistemas de cualquier tendencia.

Lo que está sucediendo en el mal llamado mundo democrático es la grupocracia organizada, que no es otra cosa que una mafia súper sofisticada, tecnificada, legalizada y aceptada por la gran masa de ovejas sumisas. La tecnología moderna y la ingeniería social son sus armas más poderosas.

En la España de las vacas gordas se hicieron muchas obras públicas innecesarias en las cuales se enriquecieron los “generosos, preocupados y esforzados” políticos por el bien del colectivo (viva el porcentaje que me toca por dar la obra a la constructora).Hipócritas políticos y necio el colectivo social (por su indiferencia y apatía) por creer en ellos y no vigilarlos (lo cual requiere esfuerzo).  

En el 2012 hubo muchos saqueos en un país supuestamente democrático, que es Argentina. Cientos de personas estaban robando en supermercados por alimentos y como es de esperar, las fuerzas del orden público estaban reprimiendo esas acciones.

No apoyo los saqueos ni los robos a la propiedad privada aunque la gente se esté muriendo de hambre; ¿Por qué?, porque si no se aplican las leyes y las acciones necesarias viviríamos en un caos peor que la anarquía sin rumbo. Lo que no acepto y detesto es que los que reprimen esos saqueos y robos de alimentos (para poder vivir) sea precisamente la burocracia política de la cual muchos de ellos se han enriquecido de manera repugnante y vergonzosa, empezando por los principales jefes del gobierno (viva la impunidad!!, viva la inmunidad parlamentaria!!). Para mi modo de entender la realidad, eso no es democracia; es simplemente una grupocracia; es un gobierno en el cual un grupo elitesco que gobierna se aprovecha de los fondos públicos para enriquecerse, siendo totalmente indolentes con el colectivo. Los políticos populistas han sido la gran desgracia del mundo para aquellos pueblos ignorantes, resentidos y llenos de odio social, que no son otra cosa que la frustración de las ambiciones; todos los seres humanos tenemos mayor o menor grado de ambición pero para aquellos que son ambiciosos y no logran nada en la vida, se convierten en feroces bestias resentidas.

Unos cuantos países en el mundo viven estas supuestas y farsantes “democracias”, apoyados evidentemente por los países más desarrollados y poderosos; me refiero a gobiernos autoritarios que controlan todos los poderes públicos de manera asquerosamente descarada o subrepticia.

Sostengo que en estos tiempos modernos (y en todos los tiempos) el concepto de democracia debe estar en función de una buena distribución de las riquezas de los países. ¿Por qué?, porque el dinero es el equivalente a la calidad de vida y el bienestar de los individuos.  Para mí, el tema de gobierno del pueblo y para el pueblo tiene un significado irrelevante e hipócritamente ineficiente; es una excusa de los poderosos para engañar al colectivo.

La estructura del poder del dinero en el mundo es piramidal, estando en la cúspide la crema y nata de los mega millonarios (pocos con mucho dinero) y hacia la base: muchos con poco dinero.

Estoy convencida que el sistema capitalista de libre mercado y respeto a la propiedad privada es la mejor alternativa para vivir; los problemas comienzan y el sistema degenera cuando los gobernantes se corrompen, debilitan y no controlan la ingente codicia de los grupos poderosos ni la de ellos mismos. Como contrapartida, los sistemas radicales de izquierda también degeneran, depravan y sucumben por la ambición de poder y deseos de una vida de placer y lujos.

Hoy en día el dinero es lo que da la vida y es la vida individuo y es lo que realmente es importante para la gran mayoría; hablando en términos estadísticos: que la democracia se traduzca en que la gran mayoría de la sociedad tenga realmente acceso al dinero y limitar a niveles racionales el poder económico a como dé lugar a los grupos poderosos (banca, transnacionales, etc.). Es inconcebible que en muchos países llamados democráticos (y también en todos los no democráticos) el 90 % de sus riquezas (ó más) esté en manos del 5 % de la población.

¿Algún dirigente político será capaz de realizar esa labor?. Es muy lamentable y patéticamente triste que líderes carismáticos (pero populistas de mala fe) hayan engañado a muchos pueblos con falsas esperanzas solo para obtener poder, fortuna y desfalcar a su país.

El símbolo democracia es otra de las tantas ilusiones que habitan en la inentendible mente humana, que es indiferente a casi todo lo que realmente debería interesarle. En nuestro mundo ilusorio unos cuantos picaros sacan mucho provecho de muchos tontos (o distraídos para no ofender).

Si se me preguntase alguien cual seria para mí la esencia del sistema de gobierno ideal para la humanidad, mi respuesta seria la siguiente:

De respeto absoluto y por igual a los derechos naturales fundamentales que deben tener todos los seres humanos (no entro en detalles porque sería muy extenso); básicamente lo que más se acerque a la igualdad para todos, sería lo ideal. Incluyo con mucho énfasis disminuir la desproporción cada vez mayor en la distribución de las riquezas o mejor expresado, la distribución del bienestar humano.

Pensar en la igualdad de tenencia para todos seria una aberración y un absurdo pero se está llegando en los momentos actuales  a unas desigualdades francamente depravadas, grotescas y destructivas de la raza humana.

Quizás sea más apropiado hablar de bienestar colectivo sustentable y sostenible en el tiempo para la gran mayoría y este debe incluir forzosamente vivir mejor con menos esfuerzo de manera permanente; expresado en otros términos: que la gran mayoría trabaje para vivir con bienestar y no vivir con vaciedad para trabajar, que es lo que ocurre actualmente en todas partes del mundo.

Recomiendo enfáticamente ver un video impresionante de youtube que considero impactante:

(David Icke: El Mejor Discurso Para La Humanidad; V de Victoria. (Final alterno de "V de Venganza")


sábado, 23 de marzo de 2013

LAS FANTÁSTICAS FALLAS VALENCIANAS

ULTIMA CREMA PLAZA AYUNTAMIENTO, FOTO TOMADA DEL MUNDO DE ESPAÑA 220313.

Las Fallas Valencianas son unas fiestas increíblemente atractivas, hermosas, divertidas y relajantes. Las Mascletás son impresionantes por el ruido estruendoso; los tumultos de gente alegre y animada, la desbordada creatividad de las Fallas, los churros, buñuelos y chocolate, las hermosas y coloridas iluminaciones en las noches, el final de las Fallas con la Cremá y de tantas cosas mas que hacen que uno espere esas fiestas con mucha ilusión.
VIVAN LAS FALLAS VALENCIANAS!!!


viernes, 22 de marzo de 2013

CONTRASTES 1



"Hay muchísima gente que tienen muchos hijos y no tienen dinero para vivir y hay otros tantos en mucha menor cantidad que tienen mucho dinero y muy pocos hijos".

lunes, 18 de marzo de 2013

¿SOMOS LOS HUMANOS UNA PLAGA EN EL PLANETA?


¿Somos los humanos una plaga en planeta?
Pienso que si y es difícil entender esta afirmación porque nuestras naturaleza antropomórfica nos lo impide. El ego humano está dirigido y centrado hacia sí mismo sin comprender el entorno.

Creemos que somos la cúspide, la cumbre, lo máximo de la existencia en el planeta y pensamos además que en vista que somos superiores a cualquier criatura podemos hacer lo que nos venga en gana. Nuestra visión del mundo se hace desde nuestro antropomorfismo, lo cual implica que estamos condicionados en función de nuestra esencia humana.

¿Cuál es la definición de plaga?, algo dice la RAE: Aparición masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que causan graves daños a poblaciones animales o vegetales.

Se podría decir que plaga es toda aquella criatura de la naturaleza que desequilibra la armonía de la naturaleza; nosotros los humanos seguimos siendo criaturas de la naturaleza.

Para nosotros los seres humanos que estamos provistos de un gran ego, todo aquello que nos amenace o nos causa molestias es una plaga; me refiero a la invasión de todos aquellos animales e insectos que nos perturben y molesten. Por cierto, comprender lo que es el ego es de las tareas más arduas y complicadas de la especie humana.

Nuestra visión antropomórfica del mundo nos impide considerarnos a nosotros mismos como una plaga; sin embargo, con un mínimo de reflexión podemos llegar a la conclusión de que realmente somos una plaga para el planeta. La mejor manera de corregir problemas es ser honesto y sincero con el problema que se quiera resolver. El fenómeno psíquico del antropomorfismo nos obliga a definir y dibujar a dios con forma humana, lo cual implica que estamos seriamente condicionados y cegados a la realidad.; lo inverso también ocurre: dios creó al hombre a su imagen y semejanza.

¿Por qué somos una plaga los humanos?

Porque estamos causando en estos momentos un desequilibrio en muchos aspectos y una inmensa mayoría de ellos son irreversibles e irreparables.

En estos últimos 200 años (después de la llamada revolución industrial) se han extinguido infinidad de especies vivientes por causa de los seres humanos. Muchas fuentes de agua potable se han contaminado a tal grado que son prácticamente inservibles (a menos que se inviertan inmensas cantidades de dinero); gran cantidad de ríos han disminuido su caudal por causa de las talas indiscriminadas de bosques aguas arriba de ellos; en una gran reserva forestal de Brasil (patrimonio de la humanidad) se ha hecho una de las mayores talas de arboles; gran cantidad de animales han sido sacrificados para satisfacer la vanidad humana: tal es el caso de los elefantes y sus colmillos para el marfil y, de otras muchas especies; desde hace un buen tiempo la matanza de tiburones para extraerles solamente las aletas, es simplemente una paranoia y crueldad indescriptible; en algunos países asiáticos asesinan a tigres para quitarles los testículos y comerlos para potenciar la capacidad sexual y otras veleidades; la cacería, las guerras, la quema de bosques y el trafico animales son otras de las especialidades humanas. La cacería furtiva está causando estragos muy graves y lamentables a la fauna.

Infinidad de gente expone con orgullo en sus viviendas animales disecados producto de cacería o compra. ¿Nos gustaría a los seres humanos que se invirtiese la situación: en la vivienda de un oso, por ejemplo, tener expuesto un disecado de ser humano?

El cambio climático en los últimos 200 años, producto del “progreso industrial”, ha sido  devastador y aparentemente es irreversible; hasta ahora solo se ha logrado disminuir un poco el avance de la contaminación por el CO2 (problema de invernadero, capa de ozono).

El progreso industrial debe entenderse como el consumismo descarriado y compulsivo producto de la vanidad y envidia de los seres humanos. Se están fabricando en exceso una inmensidad de productos, desde hace tiempo, solo para satisfacer la vanidad y el deseo de consumir; esto incide mortalmente en el equilibrio del planeta. Muchos países han superado con creces las necesidades primarias (vivienda, alimentación, salubridad…) para luego llegar a la súper producción innecesaria y destructiva para el planeta. Mientras, en otras partes del planeta el hambre es simplemente dantesca.

La explosión demográfica en algunas zonas del planeta es parte de la grave problemática que complica la situación de desequilibrio. Para muchos gigantes de la codicia, la pobreza puede resultar un gran negocio.

Como dijo Mahatma Gandhi: en la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos.

Dentro de la raza humana tenemos también nuestras propias plagas: políticos, banqueros y empresas corruptas y deshonestas, que le hacen la vida casi imposible a mucha gente.

Me atrevo a afirmar que los seres humanos somos una verdadera plaga en el planeta porque nuestra naturaleza egoica produce venenos letales, como lo son: la vanidad, la ambición y la codicia que no sabemos ni nos interesa disminuir para armonizar con la naturaleza y seguir viviendo en este planeta.

Recomiendo leer sobre el tema:

“los humanos son una plaga sobre la tierra”, de David Attenborough:


“Malthusian catastrophe”, de Wikipedia:


 

miércoles, 13 de marzo de 2013

John Ralston Saul: “No hay razón para salvar a los bancos”


Anticipó la crisis y el colapso del modelo económico

Este escritor y ensayista canadiense propone rescatar a los ciudadanos desahuciados antes que a los bancos y pasar página respecto a la deuda para prosperar.


 
TOMADO DEL PAIS DE ESPAÑA, EL PAIS SEMANAL

 

Entrevista

 

La persecución del Santo Grial del crecimiento es un error; la economía se ha convertido en asunto de ficción; el dinero ya no representa nada real; hay que reconsiderar qué es una deuda y qué papel deben desempeñar los bancos en un nuevo mundo. Estas son algunas de las ideas que vertebran el pensamiento de John Ralston Saul, escritor, ensayista y filósofo canadiense al que la revista Time calificó de “profeta”.

Por alternativo que pueda resultar su discurso, Ralston está lejos de ser, a sus 64 años, un perroflauta. Alto, delgado y de elegantes andares, acompaña su aspecto de dandi con un discurso sin paños calientes. No reniega del capitalismo; de hecho, reivindica a uno de los referentes del liberalismo, Adam Smith. Pero propone medidas como que se rescate a los ciudadanos desahuciados o sepultados por una hipoteca en vez de salvar a unos bancos que solo conseguirán que la espiral de la deuda siga creciendo.

Una cita poderosa encabeza su último libro, El colapso de la globalización y la reinvención de mundo: “Todavía no entiendo del todo por qué ocurrió. Alan Greenspan, 23 de octubre de 2008”. La frase del exdirector de la Reserva Federal estadounidense da la medida del desconcierto que ha creado la crisis, incluso entre aquellos que la incubaron. Y a ese desconcierto es a lo que se viene enfrentando en los últimos años este pensador canadiense que nada a contracorriente.

PREGUNTA: Estamos inmersos en un periodo negro de la economía, y no parece que las cosas mejoren sustancialmente, ni en el mundo, ni en España, ni…

RESPUESTA: Existe una nueva religión absoluta del crecimiento, el comercio, la santidad de la deuda y de los contratos comerciales, con la que intentan hacernos creer lo inteligentes que son los políticos y lo estúpidos que somos los demás. Da igual lo mala que sea la situación actual, ellos siguen aplicando las mismas recetas, haciendo lo mismo. Eso es lo que se está haciendo en España y en todas partes. El sistema avanza en la misma dirección. Los problemas que hay se están agravando. Nadie reconoce cuál es el auténtico problema. El crecimiento no nos va a sacar de donde estamos; la austeridad, tampoco. Veremos cómo resisten todo esto las democracias. Están poniendo la democracia en peligro.

El crecimiento no nos sacará de donde estamos; la austeridad, tampoco”

Ralston es un hombre de discurso ágil y fluido, sin pelos en la lengua. Nos encontramos con él en el restaurante de un céntrico hotel de Barcelona. La revista norteamericana de pensamiento alternativo Utne Readerle situó entre los 100 pensadores y visionarios más importantes del mundo. Autor de 16 libros (entre ellos, el ensayo filosófico Los bastardos de Voltaire. La dictadura de la razón en Occidente) y de cinco novelas que han sido traducidos a 22 idiomas, Ralston Saul es además el presidente del PEN International, asociación de escritores que data de 1921 y lucha por la libertad de expresión en todo el mundo.

En 2005, tres años antes de que se desencadenase la crisis, publicó el libro El colapso de la globalización y la reinvención de mundo, del que lleva vendidas 400.000 copias, según los datos que facilita su editorial, RBA. En él analizaba el fracaso de los criterios que guían el sistema de relaciones económicas y financieras entre países, explicaba la crisis de un modelo y anticipaba un colapso. En 2009, a la vista de que algunas de sus predicciones se habían cumplido, reeditó con añadidos un libro que llega ahora en su versión española, con un prólogo que aborda cuestiones como el rescate de Bankia.

P: En el libro sostiene usted que el dinero no es real y que nos hemos convertido en sus esclavos. Habla de que vivimos en una economía ficticia. Y dice que en los años setenta el comercio era seis veces el valor de los bienes y que en 1995 era 50 veces más. ¿Cuántas veces más lo es ahora?

R: Nadie lo sabe, pero debe de estar alrededor de 150. Lo más vergonzoso es que los números no están disponibles, o al menos yo no he podido encontrarlos.


P: ¿Y eso qué significa?

R: La ironía es que la globalización ha conducido a lo opuesto de lo que prometía. Prometió competencia, y ha causado el regreso a los oligopolios; prometió renovación del capitalismo, y ha supuesto la vuelta al mercantilismo; prometió el final del nacionalismo feo [sostiene que también hay un nacionalismo positivo], y ha traído la era más nacionalista desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Prometió crecimiento, no tenemos crecimiento; prometió empleo, no tenemos empleo… y así se puede seguir con la lista. Nada de lo prometido ha ocurrido. Dijeron que con el keynesianismo se imprimía mucho dinero; que había que controlar el dinero en circulación y que eso haría funcionar la economía. El hecho es que todo este periodo ha llevado a la mayor expansión en la cantidad de dinero en la historia del mundo, hemos visto cientos de ejemplos de nuevos tipos de dinero: las tarjetas de crédito, los bonos basura, los derivados… Todo eso es imprimir dinero, pura inflación de la cantidad de dinero. El argumento capitalista era que el dinero era lo que engrasaba la maquinaria. Pero llegado un momento dijeron: el dinero es real, por eso es bueno tener a gente trabajando en el sector financiero. ¿Las fusiones y grandes adquisiciones de empresas?: eso es im­primir dinero. Cada vez que una compañía compra otra y se endeuda en, digamos, 700.000 dólares, eso quiere decir que se acaban de imprimir 700.000 dólares, acaban de crear 700.000 dóla­res que antes no existían. Nunca tuvimos tanto dinero circulando en el mundo y tan mal repartido. Y por eso cuando ocurre la crisis, la gente que es parte de esa lunática inflación dice: hay que salvar a los bancos.

P: ¿Y no hay que rescatar a los bancos?

R: No hay razón para salvar a los bancos, no necesitamos tanto dinero. Lo razonable habría sido aprovechar la oportunidad para limpiar el desorden. No hay más que tomar el ejemplo español de Bankia. Una buena política habría sido, por ejemplo, que el Gobierno anunciase que pagaría todas las hipotecas hasta una cantidad determinada, pongamos 300.000 euros. Das el dinero a la gente que está en su casa y que tiene una hipoteca, y de hecho salvas a los bancos: es el ciudadano el que da el dinero a los bancos al cancelar su hipoteca. De pronto, la gente ya no tiene deudas y puede gastar lo que gana. Así es como se crea una clase propietaria y además se relanza la economía. Es tan simple.

P: ¿Y eso es posible?

R: Por supuesto. Para mí la pregunta es: ¿es posible que demos todo ese dinero a los bancos, que fueron los que crearon el problema, para que no se gasten ese dinero y para que continúen autoconcediéndose enormes bonus? ¿Es eso posible? ¿Es eso legal? ¡Vamos, denme un respiro! Hay otra opción: no queremos salvar a todos los bancos, no queremos tanto dinero, así que paguemos 150.000 euros de esas hipotecas y cancelemos el resto de la deuda, 150.000. Los Gobiernos tienen el poder para hacerlo. De ese modo, 150.000 euros no vuelven a los bancos, limpias el sistema bancario y reduces la cantidad de dinero que circula, que es algo positivo.

 

John Ralston Saul (Ottawa, Canadá, 1947) es un hombre que viaja constantemente por todo el mundo. Siempre lo ha hecho. Sobre estas líneas, una foto del año 1976, en el Ártico, adonde acudió como ‘número dos’ de Petro-Canada, una iniciativa que el Gobierno canadiense puso en marcha en los setenta, en plena crisis energética, para recuperar el control sobre sus reservas de petróleo.

Su condición de presidente del PEN International, asociación de escritores creada en 1921 que lucha por la libertad de expresión, le hace moverse de un lado a otro continuamente. En noviembre estuvo en Turquía con una delegación de 20 escritores: “La situación de la libertad de expresión se está deteriorando en ese país”, afirma. “Hay 70 escritores en prisión y 70 inmersos en juicios imposibles”.

P: Pero no debe de ser tan fácil de hacer. Por ejemplo, la gente que alquila se sentiría agraviada.

R: Habría que estudiar los números. La política económica es intentar mover las cosas en una buena dirección. No significa hacer exactamente lo mismo en cada sitio, ni significa que tengas que hacerlo todo a la vez. Resuelves primero ese gran problema y luego haces un programa para alquileres de forma que la gente pueda comprarse la casa que está alquilando. Se pueden hacer más cosas. Por ejemplo, dar una renta mínima a la gente en vez de que tenga que hacer colas para acceder a prestaciones, subsidios y ayudas, en vez de humillarla examinando sus requisitos una y otra vez; ayudas que además resultan caras de administrar… Muchos conservadores, liberales y socialdemócratas responsables están de acuerdo en que sería mucho mejor una renta garantizada anual. Supondría liberar a la sociedad, devolver a la gente el respeto por sí misma. La gente humillada o marginada se sentiría parte de la sociedad. Es curioso, pero hay mucha gente que está de acuerdo con estas ideas.

P: ¿Ah, sí?, ¿y dónde están esos conservadores y liberales que piensan así?

R: ¡En todas partes! No están entre los neoconservadores, pero sí entre muchos conservadores. Muchos empresarios creen en esto. Pero como el debate se pierde en los pequeños detalles y la idea dominante es que hay que reducir el peso del Estado, nadie pone estas cuestiones sobre la mesa.

P: ¿Qué posibilidades hay de que algo como lo que relata se pueda llevar a cabo?

R: Hay posibilidades, por supuesto; han sido posibles muchas otras cosas en los últimos años. Por ejemplo: la clase directiva del sector privado ha conseguido, presionando a los Gobiernos, regulaciones que han convertido el fraude en algo legal. Ahí están esos consejeros delegados percibiendo bonus y participaciones en las acciones, ganando millones cada año: ¡pero si solo son gerentes! Están en el puesto por cinco años, se irán a jugar al golf cuando se retiren, ¡no son nadie! ¡Nadie conoce sus nombres, no han hecho nada en particular! ¿Deberían cobrar esos bonus cuando la empresa va mal? Ese no es el debate. El debate es: ¿deben recibir bonus? ¡Si ya les han pagado! Han usado su influencia para cambiar el sistema impositivo en todos los países para no tener que pagar demasiados impuestos por esos bonus. Eso es fraude. Probablemente, los dos ejemplos más evidentes de fraude desde la Segunda Guerra Mundial son: el cambio en las disposiciones de ingresos de los directivos, fraude evidente hecho legal, y la transferencia de la deuda privada de los últimos años al sector público.

P: La Unión Europea está corroída por la deuda…

R: Hay quien plantea los eurobonos como solución a la crisis europea. ¿Estamos de broma? Yo digo: acabemos con la deuda. No pueden admitir que se han equivocado, así que hacen como que los bonos son algo que les permite coger toda la deuda, colocarla en los bonos y venderlos. Están colocando a la civilización europea bajo el peso de una deuda que no existe. Si tuvieran algo de imaginación y algo de coraje, convocarían una cumbre y dirían: sí, los españoles han hecho mal esto, y los griegos han hecho cosas horribles con esto, pero ninguno de nosotros es una parte inocente; ¿cómo podemos resetear el reloj? Básicamente, vamos a envolver parte de esta deuda en un sobre, escribiremos en el sobre la frase “Esto es muy importante”, lo pondremos en un cajón, lo cerraremos y tiraremos la llave. ¡Hay que pasar página, hay que superarlo! En vez de esto, están intentando volver a hacer lo mismo que vienen haciendo durante años, pero como si no lo hicieran.

P: Una propuesta sorprendente…

R: La mía es responsable y honesta. Ellos están haciendo una propuesta delirante e increíblemente complicada que no va a funcionar y que no nos lleva a ningún sitio. Y en el camino hacen que la gente sufra. ¿Qué piensan que van a decir los griegos cuando les reduzcan el salario mínimo en un 22%? Está claro que esto es como una cuestión religiosa. Como la economía es la nueva religión, han aplicado la moral a la economía. La deuda pública tiene peso moral, pero la privada no. ¿Cómo se come eso? Este es uno de los fracasos de la globalización. Si el sector privado se puede librar de la deuda, el sector público también.

P: Pero entonces, ¿qué pasa, que la deuda en realidad no existe?

R: La verdad es que no. El dinero es una convención. Un árbol es real, el dinero es una convención. Los necios, cuando llega la crisis, están convencidos de que el dinero es real. Enrique IV fue considerado como el Buen Rey porque Francia estaba hundida por la deuda y la hizo desaparecer; a partir de ese momento vivieron 250 años de prosperidad, por quitarse la deuda; Atenas construyó toda su historia tras haberse librado de su deuda; el imperio norteamericano está enteramente construido sobra una quita, se quitaron la deuda de en medio cinco veces entre la guerra civil y 1929; la riqueza de Estados Unidos a lo largo del siglo XX está enteramente construida sobre el hecho de no haber pagado su deuda en 1929: tomaron dinero prestado en Europa, en los mercados, y con eso construyeron ferrocarriles, carreteras, rascacielos y tuvieron un colapso económico: quienes les dejaron dinero lo perdieron y ellos se quedaron con sus infraestructuras. Estados Unidos vivió cinco colapsos que al final le dejaron libre de su deuda y le permitieron convertirse en líder a partir de 1935.

Llevamos 30 años de abrumadora mediocridad intelectual”

John Ralston Saul es un hombre apasionado, un orador nato. No es un anticapitalista. Se declara partidario de muchos de los preceptos de Adam Smith, de la propiedad privada, del mercado, y también de los servicios públicos. Dice que el capitalismo va a continuar. Pero considera que la globalización ha hecho daño. Y señala algunos culpables en su libro. Cita a la Sagrada Congregación para la Propagación de la Fe: economistas, directivos, consultores y propagandistas, es decir, periodistas de economía: “Difundieron la idea de que el comercio libre, la globalización y la búsqueda del crecimiento eran el único camino a la prosperidad”, manifiesta.

El ensayista canadiense carga contra la llamada generación del informe. Sostiene que el mundo está en manos de economistas y empresarios de capacidades muy limitadas y que en muchos casos son “analfabetos funcionales”. Gente que solo contempla el corto plazo.

“Los historiadores económicos son los intelectuales; los macroeconómicos son los semiintelectuales que dieron forma a las ideas, y luego están las abejas trabajadoras, que trabajan en lo micro, que no piensan y solo hacen números. Se eliminó a los historiadores porque, una vez que tienes la verdad, no quieres que el pasado sea examinado. Promocionaron a los semiintelectuales a los altares. Y elevaron a los que solo hacen números”.

Dice que estamos en manos de estos últimos. Explica que el apogeo de la globalización se produjo a mediados de los noventa, años en que el comercio vivía días de máxima liberalización, los impuestos a las grandes fortunas se difuminaban, las privatizaciones y la desregulación campaban a sus anchas y la civilización occidental abrazaba la religión neoliberal y adoraba el mercado global.

P: Usted ya viene alertando desde hace tiempo contra la globalización…

R: Se veían signos de que la globalización estaba llegando a su fin desde 1995. La globalización se está derrumbando por los defectos que contenía desde el principio como programa ideológico-filosófico-social. Todavía estamos viviendo sus consecuencias: si España se rompe, si Grecia deja de ser una democracia, si en Canadá se producen problemas internos que la resquebrajan, todo ello, en gran parte, será un resultado de la globalización. Yo soy un gran admirador de Stiglitz y Krugman [en alusión a los dos reputados premios Nobel de Economía], pero son dos economistas, y no lo pueden evitar, se fijan en los detalles: habría que hacer esto, habría que hacer lo otro… Hacen bien, pero se les escapa la cuestión principal, la naturaleza de lo que está pasando, la naturaleza de la bestia llamada globalización.

P: Sostiene usted que la globalización se convirtió en religión, en dogma…

R: El Vaticano, en sus momentos de gran poder, era religión de modo marginal; más bien era una cuestión de política y de poder; con la globalización pasa algo similar: es algo económico, de modo marginal; es una cuestión de política y de control, de poder; es un modelo social, igual que la Iglesia católica lo fue o el imperio británico. Y se rompe porque como modelo social no funciona y siembra la catástrofe por el camino. En realidad, la globalización viene de un grupo de gente bastante marginal que tomó unas viejas ideas de mediados del siglo XIX pasadas de moda. Una de ellas era inglesa: el comercio libre, y la otra era el capitalismo de bucaneros, que se remonta a finales del XIX en Inglaterra y Estados Unidos. Unieron las dos cosas y dijeron: esta es una gran idea. Y no pensaron en las consecuencias de la unión de esas dos ideas. En la crisis de los años setenta estábamos con excedentes de producción, no se debía resolver el problema incrementando el comercio, porque ya había demasiados bienes. Es decir, la solución que encontraron para el problema era la contraria a lo que se necesitaba. Llevamos 30 años de abrumadora mediocridad intelectual, sin sentido de la historia, ni imaginación, ni creatividad, sin pensar qué estamos haciendo y adónde vamos: una gran banalidad con tremendos resultados.

 

TOMADO DEL PAIS DE ESPAÑA, EL PAIS SEMANAL

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lunes, 4 de marzo de 2013

BENEDICTO XVI, "RENOVACIÓN" Y "REORIENTACIÓN", PARTE II


 Han ocurrido en todo el mundo dentro de la iglesia católica miles y miles de casos de abusos sexuales causados por sacerdotes; el trauma y el daño que tendrán estos seres humanos será por el resto de sus vidas; todo ocurre ante la indiferencia de los sacerdotes  normales y que no han estado involucrados en estas aberraciones; la obligación de estos sacerdotes sería la de denunciar, luchar y combatir ante la alta jerarquía todas estas depravaciones, pero ocurre lo contrario, mantienen una posición pasiva, de complicidad por omisión y de contradicción ante lo que predican en sus iglesias. Los sacerdotes que no luchan y denuncian públicamente estos abusos sexuales simplemente son cómplices. La sumisión a la jerarquía ante actos graves de los cuales ellos son testigos demuestra una calidad moral muy baja

Supongo que si Cristo estuviese vivo en estos momentos su indignación seria ciclópea y el mismo se declararía como no católico y además afirmaría que la iglesia católica no es cristiana; Cristo no aceptaría jamás a sacerdotes pederastas ni sacerdotes encubridores sean de la jerarquía que sea. Muchos creyentes viven en una esclavitud mental porque no quieren asomarse a la verdad: La verdad os hará libres, dice un proverbio.


Muchos expertos en el tema del Vaticano afirman que la Santa Sede se maneja con política muy sofisticada. Existe una aferrada idea que el Espíritu Santo va a tocar la frente para que elijan al nuevo Papa; nada más lejano a la verdad porque lo cierto es que el manejo es de influencias, manipulaciones y política; el proselitismo está permitido de manera disimulada entre los Cardenales, antes del cónclave.  

Existe mucha información referente a que Joseph Ratzinger contuvo muchas denuncias desde los años 90 del siglo pasado contra el fundador de los Legionarios de Cristo argumentando que “lamentablemente el caso de Marcial Maciel no se puede abrir porque es una persona muy querida del papa Juan Pablo II”

En documentos publicados por el New York Times muestran que la Congregación para la Doctrina de la Fe, la poderosa organización que dirigió Ratzinger durante muchos años, no reaccionó con la suficiente agilidad, fuerza y rapidez como para iniciar un juicio eclesiástico contra un sacerdote flagrantemente delictivo y depravado.

Los sucesos ocurren muchas veces como ocurre con una olla a presión: llega un momento en que tanta presión la hace explotar y por fin el asunto exploto en el año 2006 cuando sumido en una crisis como consecuencia de los escándalos de los sacerdotes pederastas y muy en especial por la secuela del caso Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, este fue obligado por el papa a dejar el ministerio sacerdotal. ¿Debía  pasar tanto tiempo para tomar esa medida?, ¿tenían que ser abusados sexualmente infinidad de niños sin que nadie hiciese nada, en especial por el máximo jerarca de la iglesia?. Cabe destacar como detalle curioso pero alarmante que el poder judicial en México hizo poco o nada en estos graves casos.

Los casos de Norberto Rivera y Nicolás Aguilar Rivera fueron espectacularmente graves (México) y relacionados con Marcial Maciel. La política que siguió el papa en aquel momentos fue la del silencio (el Vaticano ya tenía informaciones secretas desde los años 40 del siglo pasado.

En el año  2009 se hizo pública la noticia que Maciel era padre de una joven española (al parecer, tenía otros hijos). Se tuvo que esperar hasta el 2010 cuando la Legión de Cristo reconoció las acusaciones de abusos sexuales a menores y se desvinculo de su fundador.

Lo lamentable de todo esto es que Marcial Maciel fue el consentido de Juan pablo II y de Benedicto XVI durante muchos años.

Maciel acompañó a Juan Pablo II en los viajes que éste realizó a México en 1979, 1990 y 1993. Durante el pontificado de Juan Pablo II, Maciel, formo parte de varios grupos de trabajo eclesial, entre ellos, la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la formación de los candidatos al sacerdocio y seminaristas (de los cuales el abuso sexualmente).


Por cierto, el 26 de noviembre de 1994 Maciel celebró sus 50 años sacerdotales!!,  y esto fue motivo para que el papa Juan Pablo II le enviara una carta de felicitación que se hizo pública y muy conocida.

El padre de Ratzinger era policía de profesión bajo las ordenes de la oficina de seguridad del Reich dirigida por Heinrich Himmler; sin lugar a dudas era un nazi convencido. Joseph Ratzinger pasó por la juventud Hitleriana, la cual no deseaba rendir cultos al dios cristiano sino más bien al genio del mal: Hitler.

Muchos defensores del papa aducen que fue obligado a enrolarse en la juventud Hitleriana; si bien eso es cierto, también es cierto que un individuo con principios y convencimientos férreos no es fácilmente manipulable; muchos mueren por defender sus ideas y principios morales.

Todo el recuento anterior viene por lo siguiente:

Benedicto XVI declaro recientemente (Febrero 2013): “Exhorto a la Iglesia y a todos sus miembros a “renovarse” y “reorientarse hacia Dios, rechazando orgullo y egoísmo”


Personalmente creo que ese proceso de renovación y reorientación no será posible por las siguientes razones:

1-La organización de la iglesia es jerárquica y anti democrática; ningún miembro de la iglesia (hermanos, monjas, sacerdotes, obispos, arzobispos y cardenales) puede disentir ni opinar nada que este fuera de un canon totalmente dogmatico y de fe; sin embargo si se les permite opinar en asuntos que no son realmente de su incumbencia, tales como los políticos y militares; pueden criticar cualquier sistema que ellos consideren anti democrático, menos el de la iglesia católica.

2- La organización de la iglesia es infinitamente rígida y le prohíbe a sus prelados denunciar ante medios de comunicación y ante las autoridades judiciales del estado, sobre actuaciones y delitos graves de otros sacerdotes tales como abusos sexuales, violaciones etc. Por supuesto, también les está prohibido criticar y opinar sobre tales actos depravados. Esta sumisión absoluta conduce a la complicidad por omisión en actos de carácter legal y moralmente aborrecibles.

3-La reorganización y renovación es totalmente imposible desde niveles jerárquicos inferiores al del papa y está demostrado que esa máxima autoridad (la papal) no está dispuesta a hacerlo (por lo menos los últimos dos papas).

4-El papa anterior a Juan Pablo II (16 Octubre 1978 - 2 Abril 2005)  fue Juan Pablo I (26 Agosto 1978 - 28 Setiembre 1978); su reinado duro muy poco tiempo (un mes) y supuestamente murió infartado en circunstancias muy sospechosas y muchos opinan que fue asesinado por sobredosis de sustancias vasodilatadoras (investigar en internet u otra fuente). Luego siguieron en el papado: Juan Pablo II y luego el actual Benedicto XVI que está renunciando.

Este papa estaba decidido a realizar profundas reformas y reorganizaciones de la iglesia. Algunas de ellas son las siguientes:

"La Iglesia no debe tener poder ni poseer riquezas". Se debe reformar el banco vaticano y decía: "Quiero que sean los obispos y los cardenales los que decidan la reforma del banco. Es necesaria una transparencia en las cuentas del Vaticano, se debe publicar los balances completos. El presidente del IOR (Instituto para las Obras de Religión, familiarmente conocido como Banco del Vaticano), el arzobispo Paul Marcinkus, debe ser sustituido en el respeto de la dignidad de la persona. Un obispo no debe presidir ni gobernar un banco".

Y otra revolución: "Los tiempos son maduros", decía, "para que en el cónclave que elije al Papa participen todos los obispos presidentes de las conferencias episcopales".

Este ejemplar papa propuso la utilización de los preservativos para controlar la explosiva reproducción de los seres humanos contrarios a la pobreza.

 También tenía en mente: promulgar cuatro encíclicas: una sobre la unidad de la Iglesia y el diálogo con las iglesias separadas; otra sobre la mujer que se titularía “Dios quiso nacer de una mujer”; una tercera sobre la pobreza mundial y otra sobre la colegialidad de los obispos.

Le pregunto a mis estimados lectores: ¿es posible esa renovación y reorientación que propone Benedicto XVI?, en base a los razonamientos que he expuesto?

Repito lo que dije en la primera parte de este articulo: soy apostata de la iglesia católica y además agnóstica pero le deseo a la iglesia católica que realmente se reoriente y renueve.